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miércoles, 14 de julio de 2021

LAS MISIONES



Hace muchos años, terminada la Segunda Guerra Mundial, unos pocos años después de finalizar nuestra Guerra Civil española y en unos momentos en que nuestro país estaba en plena bancarrota y todo era pobreza, hambre y escasez de todo; la Iglesia y los mandatarios de entonces creyeron oportuno evangelizar masivamente a la ciudadanía con las llamadas MISIONES...

Según he podido leer después, se trataba de un proyecto destinado a restablecer la unanimidad religiosa de la sociedad española y a eliminar el proceso de secularización de las políticas laicistas desplegadas durante la II República. Y uno de los instrumentos más destacados de ese proyecto serían las MISIONES, conocidas en la terminología eclesiástica como "las misiones populares". 

Durante un congreso de misioneros celebrado en el Santuario de Loyola en 1956 se definieron las MISIONES como actos extraordinarios del apostolado de la Iglesia, realizados por Sacerdotes especializados, enviados a los fieles de una o varias Parroquias por el Obispo y los Superiores de la Comunidad, para promover la salvación y la santificación de los pueblos, por medio de la predicación, de los Sacramentos y de la oración colectiva. 

En ese contexto llegaron las MISIONES a Cabra... Recuerdo que a nuestro pueblo llegó un grupo de sacerdotes de la Orden de los Redentoristas,  que procederían de Granada y con el objetivo de que el pueblo en su conjunto fuera re-evangelizado. Para ello en las diferentes Parroquias se concentraron por grupos, e impartían sermones dos o tres de estos sacerdotes. Entonces, lo normal era predicar desde lo alto de púlpitos que todos los templos tenían. Hoy está práctica está en desuso o sencillamente han desaparecidos estas cátedras.

En las mañanas a horas muy tempranas, creo recordar, ya que era casi invierno, se organizaban unas concurridas procesiones en las que no se llevaban imágenes, tan solo con una Cruz  a modo de cruz de guía y tras la que se rezaba el Santo Rosario con los concurrentes en fila, a uno y otro lado de la calle. Durante estas procesiones también cantábamos unas canciones que aprendimos para la ocasión y de las que recuerdo alguna estrofa:

-Sálvame Virgen María… Óyeme te imploro con fé… Mi corazón en tí confía… Virgen María sálvame... Virgen María sálvame… Sálvameeee...

También por la tarde-noche, algunas veces se repetían los rosarios en las iglesias. Eran concentraciones de fieles verdaderamente multitudinarias, entre cánticos y rezos interminables, en más de uno de aquellos rosarios populares, incluso llegábamos hasta el Cementerio. 

Aquellos misioneros demostraron que eran verdaderos especialistas de la oratoria, y recuerdo que los curas redentoristas se presentaban distintos en su vestimenta por el “bonete” o gorro que llevaban. Y la verdad es que los sermones que impartían eran extraordinarios discursos totalmente convincentes que movían la fe y el sentimiento popular... 

Recuerdo a uno de aquellos predicadores, el Padre Mayo, que verdaderamente tenía un “piquito de oro”. Tan buen recuerdo dejó, que años después algunas cofradías egabrenses lo reclamaron para los sermones en los Triduos y Quinarios.

Han pasado muchos años de la MISIONES, y ahora caigo en la cuenta que el reclamo por el que nos llevaban a los feligreses a participar en ellas era una mezcla de curiosidad y un inexplicable miedo a un castigo divino. No podemos olvidar el sentimiento colectivo de culpabilidad en la sociedad de entonces como consecuencia de las pasadas guerras, tanto la nacional como la mundial.

Después he sabido que las MISIONES de los años 50 ocuparon un lugar destacado en la historia religiosa del período franquista, que llegaron a un gran número de localidades, a un importante número de españoles y que constituyeron un instrumento de la jerarquía eclesiástica en su proyecto de resocializar a la población española en los valores católicos en la posguerra.

La despedida de las MISIONES en Cabra fue verdaderamente masiva y… la verdad es que la asistencia a todos los actos que convocaron también lo fue.

Recientemente he visto en “Cabra en el Recuerdo” una fotografía en la que se puede comprobar el enorme poder de convocatoria que tuvieron las MISIONES en Cabra...


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