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jueves, 13 de agosto de 2020

UN NUEVO RELATO DE TOROS

 

Ahora otra de toros… relato que ahora voy contar a mis amables lectores procede de fuentes, más que fidedignas… Para ello nos trasladaremos al año 1933 que fue un año muy singular.

 Por aquellas fechas el empresario de nuestro histórico coso taurino era don Eusebio Muriel Serrano, probo comerciante dedicado a la compra-venta de carnes, cuya especialidad era la de carnes de procedencia taurina. El establecimiento del señor Muriel Serrano se encontraba en la calle Redondo Marqués que daba con la Plaza de Abastos, esquina con la calle Buitrago. 

 Llegaban las fiestas, el señor Muriel Serrano tenía programado un “Festival Taurino”, reapareciendo como la mayor atracción la famosa entonces Juanita Cruz, que toreaba dos novillos y otros para dos chavales, uno de ellos era el que posteriormente sería el gran Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, acompañado de su primo hermano Manuel Rodríguez “Bebé Chico”.

 Este espectáculo tuvo lugar el 16 de abril de 1933, Domingo de Resurrección y fue un verdadero éxito. Juanita Cruz cortó el máximo de trofeos concedidos en los dos novillos, sin embargo los dos chavales estuvieron desacertados, “Manolete” hubo de matar el novillo de su primo “Bebé Chico”.

 

Pues bien el señor Muriel Serrano, porque así lo había querido y se lo había solicitado el joven “Manolete”, quería que le hicieran una entrevista periodística, para que le diera alguna publicidad. El entrevistador era Miguel Laguna, que trabajaba entonces, creo como cajista en la “Imprenta de Cordón”, era también Corresponsal de un diario de Córdoba.

 El señor Muriel le dijo a su hijo Juan Antonio, que tenía unos 12 o 13 años, que acompañara al que sería el futuro “monstruo”, a la casa del señor Laguna, que vivía en la calle Baena, para presentárselo, de parte de su padre. Cuando llegaron estaban comiendo... Lo primero que le dijo el bueno y simpático señor Laguna al futuro novillero -¿Tú has comido?…-Este le dijo -¿yo…no?, -Pues entonces... ¡Siéntate que vas a acompañarnos!. A la finalización de la comida, al despedirse el novillero Manuel, le dijo…-¡Como triunfe algún día,… -Le prometo a Ud. una comida a toda su familia… -don Miguel!...

 Por cierto, que en Cabra se dio otra novillada. Ya con picadores, en la que reaparecía otra vez “Manolete”,  junto al que fue después su apoderado José Flores “Camará”, y el tercero de dicho cartel.. Su sobrino Pepín Luque “Camará”.

 Siguiendo la historia y corriendo los tiempos… Manuel Rodríguez “Manolete” llegó, a la cumbre de la novillearía y cumpliendo con lo prometido, fue a la casa de Miguel Laguna y le entregó un billete de 500 pesetas, ¡¡de aquellas pesetas!!… Para que se pagara una comida con toda su familia, en agradecimiento a la que tuvo el señor Laguna la amabilidad de invitarle aquel día del año 1933.

 Por último el 24 de Junio de 1939, recién terminada la Guerra Civil, se dio una gran novillada con picadores, la penúltima como novillero, ya que en fechas de finales de junio de 1939 toreó en el Puerto de Santa María. (La alternativa la tomó en la Plaza de la Real Maestranza de Sevilla el 2 de Julio de 1939).

 En el cartel de Cabra de ese día de San Juan, actuaron con Manuel Rodríguez “Manolete”... Paquito Casado y Pepe Luis Vázquez.  Yo puedo añadir, si mi memoria no me falla en este relato, que estuve en aquella corrida, tenía 9 añitos, entré al “cogotazo”. Gracias a la mediación de un tal Enrique Arroyo, “El Corneta”, que era Guardia Civil. Además cayó una hermosa tormenta. La cabeza me la tapé con una colgadura de la bandera española que despintaba y…  cuando llegué a mi casa terminada la corrida empapado, llevaba muchos “churretes” amarillo y rojo en mi cara... Que parecía según versión de mi madre. - ¡Un payaso!.           

Este relato que  cuento, en parte que he vivido y… a pesar de mi corta edad de entonces. Pero es que hay vivencias que no sé porqué causa, no se olvidan y esta es una de ellas. El resto lo sé, porque la persona que me lo ha contado, también tiene buena memoria, a pesar de su avanzada edad.

En la alternativa de Sevilla, el padrino fue Manuel Jiménez “Chicuelo” y el testigo Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” Y en la de confirmación de Madrid… Marcial Lalanda y Juan Belmonte Campoy.