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miércoles, 3 de agosto de 2016

EL PICACHO Y…LA CHAMPIONS


¿Seguro que se preguntarán?

Qué tendrá que ver el Santuario de la Virgen de la Sierra con la famosa copa europea de fútbol conocida con esta “palabreja” inglesa de “La Champions”… Pues sí, tiene algo que ver y lo sabrán los antiguos aficionados al deporte del balompié y me refiero en concreto a los que hoy peinan canas o brillantes calvas.

Todos los aficionados a la tele saben que en los inicios solo había una cadena:”la Primera” de TVE; aunque por los años 60 se puso en el aire otra, denominada UHF y más conocida como la “Segunda". Pero, que sólo era visible en parte de España y en concreto, en nuestra comarca de la Subbética, solamente había un punto donde se veía y ¡miren por donde! este punto era, precisamente, los “miradores“ de nuestra Ermita.

Pues bien, allí subíamos unos pocos de “chiflados”, que para ver al Real Madrid ganar sus Copas de Europa, acudíamos a la Sierra de noche, algunas veces nevando, cuando entonces no había luz eléctrica, ni antenas de TV, ni nada de nada para conectar el televisor. 

En mi caso concreto, yo disponía de un pequeño receptor de unos 10 cms. de pantalla, que funcionaba con pilas y colocaba en la “guantera” de mi coche, un Seat 850, que colocábamos en los “miradores”, lugar desde el que se recibía mejor la señal de la “2” de TVE. 


Sólo podíamos ver la tele los cinco ocupantes del automóvil. Y Cuando eran más los espectadores, entonces colocábamos el televisor en el banco corrido de este lugar, preferentemente muy cerca de la Cueva de la Virgen y nos echábamos, por encima, una manta para combatir el habitual frío de esas alturas, y cuando estaba lloviendo… ya era peor, entonces recurríamos a plásticos, además de la referida manta.

Con el paso del tiempo se fue incrementando más y más los aficionados de Cabra y de varios puntos de la comarca que subían a la Sierra a ver el fútbol…¡hasta de la provincia de Sevilla, llegaban algunos!. 

Fue tal el incremento de televidentes, que algunos aficionados se traían televisores de 21 pulgadas, adaptados a baterías de auto. Entonces pasamos a pagar "a escote" una antena común y podíamos ver el partido dentro de una habitación de la Ermita, algunas veces hasta se contaban más de 40 espectadores por sala. 

Recordamos un bonito partido: la final de la Copa de Europa, en el Estadio del Bruselas, del Real Madrid contra el Partizán de Belgrado. Una buena remontada de 1-2, le dio la sexta Copa de Europa al Madrid y que pudimos aplaudir en lo alto del Picacho, menos mal que aquel día era mayo de 1966 y fue una noche espléndida.


Otro día de tantos, normalmente era en sábado por la noche, decidimos por unanimidad la compra definitiva de un aparato de TV, el de mayor tamaño del mercado y pagarlo entre todos los asistentes. 

Sería un regalo para los “santeros”, nuestros buenos amigos Domingo Sabariego y su señora, y que haría, que de esta forma que los días de Champions, pudiéramos ver, de forma más idónea, ganar al Real Madrid, más de  copas de Europa. La compra del gran televisor se la hicimos al popular comerciante Manolo “Fanegas”, que se encargó personalmente de toda la complicada instalación y para lo que contó con numerosas baterías, que le proporcionaron buena parte de aficionados, para no quedarnos en mitad del partido sin energía eléctrica “en conserva”.

Ahora comprenderá, amable lector, el porqué de la relación entre el Picacho del Santuario de la Virgen de la Sierra y la Champions, la Copa de Europa de fútbol.