Por aquellas fechas yo había comprado un modernísimo Magnetófono en los establecimientos de “Pérez-Cosano”. Se trataba de un “cacharro” revolucionario en ese tiempo para reproducir sonidos en un soporte de cinta magnética, que era una maravilla. Valía una “pasta”, pero yo era muy caprichoso y me lo podía permitir pagándolo a largo plazo.
Con aquel “maravilloso” aparato me di el gusto de grabar numerosos conciertos de nuestro Centro Filarmónico y… conseguí reunir un buen número de obras que luego se reproducían en otros medios. También le grabé al profesor Antonio Villa de Lucena alguna de sus obras originales de piano. Recuerdo que los “solos” de conciertos los conseguía con el micrófono amarrado en la punta de una larga caña.
Cierto día se presentó en mi casa un señor, bien trajeado, y en su cuello la tirilla propia de que era un clérigo. Y me dice: -Señor Guzmán vengo de Cataluña, me llamo … (no recuerdo nombre). -Soy monje del Monasterio de Montserrat, voy a dar una charla en Carcabuey, y me han dicho que tiene Ud.un “Magnetofón”. Me gustaría que me lo prestara con la garantía que me proponga.
Yo me quedé “patitieso” en ese momento, no supe reaccionar a tiempo y… viendo el porte del señor le dije… -Puede Ud. contar con él y… se lo entregué. No sé si fui correcto o hice el tonto. Pero, yo soy así y me jugué la carta, en el caso de que fuera una mala persona.
Ya de noche avanzada, cuando llamaron a la puerta… era el mismo señor que traía en la mano el maletín de mi Magnetófono. Pasó al interior de mi vivienda y me contó que el acto había estado muy bien y que me agradecía mi gentileza y generosidad, sobre todo porque siendo desconocido para mí, sin embargo le deposité mi confianza. Aquel encuentro terminó con un presente religioso que me entrego.
Pasaron varios años, que por Navidad recibí durante largo tiempo una felicitación afectuosa desde el famoso Monasterio de Monserrat y que venía firmada por aquel desconocido, que luego se convertiría en mi amigo… el monje.
-------------
Tengo otro lejano recuerdo de un camino, hoy desaparecido, que partía del cruce calle de Fundación Termens y la Cía. Sevillana de Electricidad bajando la calle a la izquierda, directa al Puente Mojardín. Allí había un Ventorrillo llamado del “Compae PELUCHE”. Era una casita pequeñita dedicada a este menester como taberna, al frente un simpático viejecito con este sobrenombre, que daba de beber copas de aguardiente, por la mañana, o vino al mediodía, sobre todo a hortelanos, empleados de la Electra de la Luz, y demás caminantes a su paso.
Los chavales de mi tiempo como Antonio Lara Jurado o Rafael Amorós Capilla, cuyos padres eran también empleados de la Electra, se deberían de acordar porque jugábamos al “churricate” que estaba cercano a este Ventorrillo. Si alguien no lo sabe, un Churricate es una pendiente que se humedece con agua, o a veces con orines y por el que en cuclillas se desliza uno como si fuera un tobogán.
-----------
Y hablando de este camino, que como digo ha desaparecido, que llegaba hasta el Puente Mojardin. A la izquierda la cuesta Garrote y a la derecha la que va para el “Prao” Rute y al Cementerio. Toda esta zona ha sufrido un cambio enorme, todo, como consecuencia de la BAJADA DE LAS PATATAS EN CABRA,(como se decía en plan de broma).
Lo que ocurrió por los años 60 fue como consecuencia de grandes filtraciones de agua en el subsuelo de la zona, donde hoy se encuentra unas viviendas bajando esta cuesta, a la derecha y… la zona pegada al rio que bajó de golpe 4/5 metros. LAS HUERTAS ESTABAN SEMBRADAS DE PATATAS.
Las autoridades con la ayuda del Gobierno hicieron gran cantidad de perforaciones e inyectaron cemento tras localizar el motivo de las filtraciones de agua. Aquello quedó resuelto y con el terreno ya firme se edificaron las citados viviendas que hoy gozan de estabilidad y unas vistas espectaculares, entre ellas el Cementerio y… la bonita zona del Rio de Cabra y su entorno.
¿Por qué se llama la CUESTA “GARROTE”?... Esta pregunta me la hice hace ya bastante tiempo y aún no tengo respuesta, la más usada y generalizada es por una contracción o apocope de las palabras “Cuesta y Rute”... pero yo no estoy seguro… -¡Seguro, que personas estudiosas de estos temas tendrán una respuesta más fundamentada!.
Hace ya algunos años, a los criminales juzgados y sentenciados a la última pena o sea a la pena capital o de muerte, esta se le daba por medio del Garrote Vil … ¿Será este el motivo u origen del nombre GARROTE?...
----------------
Las huellas del jurásico también se encontraban en la llamada Pensión o Fonda Guzmán a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Primero como Lagar familiar, de la entonces gran zona productora de uva por esta comarca de Cabra. Luego fue una modesta Pensión y Despacho de Vinos, donde grandes bebedores se tonaban sus llamados QUINCE o VEINTE, vasos de vino del fino Moriles, en una pequeña Salita con lozas de mármol rojo de Cabra de metro cuadrado sin pulimentar.
En ella se encontraban varios veladores donde tertulias de personas, vecinos de las calles de la Cruz, Santa Ana y Pepita Jiménez como el señor Oteros conocido por “Papa Pío” o Manuel Ballesteros “Botillo”, los hermanos Valle o “Pirulos”, el cura Peña, el señor Basurte, cocinero del Instituto, trabajadores del Matadero como Chaucha y… más personas del barrio llamado de la Soledad.
Y se preguntaran y… ¿lo de jurásico? … Esto viene a cuento por la grandes lozas de mármol rojo, procedentes del Lagar incrustadas de numerosas fósiles ammonites y que yo estaba harto de ver y de contar ¡más de diez!... Y esto tiene algo que ver con el recorrido de varias rutas ya organizadas en nuestra ciudad.
También viene a cuento que a Cabra se le bautizó como la ciudad de los bordillos de mármol, quiero recordar que en la época de alcaldes Muñiz Gil y López Peña, eran muchísimas las calles que presentaban bordillos rojos de mármol formando las aceras del mi pueblo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario